La «Pertinaz Sequía» de Políticas Eficientes

Artículo de opinión por; Eduardo Cuñat Forte. Portavoz Plataforma «Casc Antic Digne i Viu»

Desde los tiempos de aquella «Pertinaz Sequía», no recuerdo que tuviéramos esta abrumadora conciencia del problema en relación con el suministro de aguas potables.

Hacía tiempo que los medios de comunicación social no se ocupaban con tanta dedicación de espacios a este asunto.

Muchas zonas de nuestro Estado permanecen en un preocupante estado de alarma, no sin razón, ante el horizonte que se avecina.

Hoy, más que nunca, se requiere de una especial sensibilidad ante esta emergencia que sitúa nuestras reservas en los límites de garantizar la potabilidad del agua embalsada. Hoy, más que nunca, se requiere de políticas serenas y planificadas para gestionar este recurso básico. Hoy más que nunca aquello de «te imaginas una ciudad sin agua en los grifos», es una realidad cada vez más cercana. Planificación, inversión y mucha pedagogía ante el consumo del bien más esencial del que disponemos.

Todos somos conscientes del problema… ¿todos? No. En mi pueblo, Xàtiva, según la auditoría efectuada por la Sindicatura de Cuentas de la Comunidad Valenciana y publicado en 2019, perdemos cuatro millones de metros cúbicos de agua cada año del acuífero de Bellús, principal «suministrador» de aguas a la ciudad.

El obsoleto y deteriorado canal de Bellús y 67 quilómetros de tuberías de fibrocemento y plomo instaladas hace más de sesenta años son las causantes de este despropósito.

Es el equivalente aproximado al volumen de 1600 piscinas olímpicas al año. El agua que consumiría una población de 100.000 habitantes durante un año. Esto ocurre en mi pueblo. ¿Lo saben nuestros administradores políticos? Si, por supuesto. Nada alegaron al informe previo que se les comunicó antes de su publicación por la Sindicatura.

Claro que lo saben.

Es vox pópuli en Xàtiva esta situación. Ningún gobierno hasta el momento ha actuado con verdadera voluntad transformadora para dar una solución eficaz a este problema, más allá de los pegotes que a diario tienen que afanarse en solucionar los operarios de agua y sufrir con resignación la ciudadanía. Tirar el dinero público a la basura, es lo que estamos haciendo.

Por aquí han pasado políticos, algunos hoy gobernando, que en campaña electoral se comprometieron de forma inequívoca en sus programas a dar una solución al problema: un plan plurianual de renovación integral de la red de aguas y desagües.

Hoy seguimos esperándolos, a todos y a todas. Mientras 4.000.000 de m3 cada año van a la basura mientras otros conciudadanos ven peligrar sus cosechas e incluso el agua de boca en sus casas. En Xàtiva, tic, tac, tic, tac.

Eduardo Cuñat Forte

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