Tendinitis: por qué se produce y cómo evitarla
La tendinitis es una inflamación del tendón, el tejido fibroso que une los músculos con los huesos. Por lo general, se deja sentir en la mano, el hombro, la rodilla o el talón, sobre todo como consecuencia de una repetición continuada de los mismos movimientos, pero puede localizarse en otras partes del cuerpo y venir originada por otras causas.
La tendinitis degenerativa, el mal que viene
La tendinitis se ha convertido en los últimos tiempos en uno de los males más extendidos entre profesionales y ahora también de manera más frecuente entre particulares. Una dolencia que, durante mucho tiempo, fue asociada más a los deportistas que a la población en general, se ha convertido con el tiempo en un mal instaurado entre los diferentes tipos de población.
Si nos olvidamos de la tendinitis deportiva, producida por los gestos de algunos deportes en particular, la tendinitis degenerativa está cada vez más presente. Las nuevas profesiones relacionadas con las nuevas tecnologías y la utilización generalizada de las mismas por la mayoría de la población, incluidos los más jóvenes, han hecho que esta patología cada vez sea más frecuente en edades tempranas. Las horas frente al ordenador, el manejo del teclado o ratón y las posiciones y movimientos repetitivos que realizamos con el móvil a diario han contribuido a su aumento de manera exponencial.
Cada vez son más frecuentes en las consultas de médicos y fisioterapeutas los casos de tendinitis crónicas entre la población joven. Ya que, si bien el paso del tiempo degenera los tendones, si a esto le sumamos los movimientos forzados, poco naturales y repetitivos, pues blanco y en botella. Si alguno de estos es tu caso, no esperes más y pide un presupuesto para un seguro de salud, ya que así podrás acceder a los mejores profesionales del sector para tratar la tendinitis degenerativa.
Por qué se produce la tendinitis
En adultos jóvenes y niños la tendinitis se da como consecuencia de malas posturas o esfuerzo repetitivos. En los últimos años, con el auge del deporte, también están aumentando los casos por sobre esfuerzos físicos y deportivos. De hecho y como hemos señalado antes, hemos llegado a un punto en el que se deben diferenciar las tendinitis deportivas y las degenerativas.
En las personas mayores la tendinitis es una consecuencia lógica del desgaste, que es otro factor determinante, ya que conforme vamos cumpliendo años, nuestros tendones pierden elasticidad y se degeneran más rápidamente.
Cómo evitar la tendinitis
– Vigila la ergonomía. Si trabajas o pasas muchas horas frente al ordenador, controla tu postura, así como la posición de tu silla y la del teclado, el ratón y el monitor. Si en tu puesto laboral o tu actividad diaria tienes que realizar movimientos repetitivos, cuídate de que su ejecución sea la adecuada.
– Descansa. Si sueles realizar actividades manuales que suelen implicar extremidades superiores, como la escritura, o el gesto pinza con tus dedos, realiza pausas y descansa tus manos, codos, brazos y hombros. Si tu trabajo, deporte o actividad diaria implica mayormente a las extremidades inferiores, utiliza calzado adecuado. Para lograr una buena protección de tobillos y pies, es importante que hagas ejercicio en superficies planas y niveladas y con un tipo de zapatilla o calzado adecuado a ella y a tu anatomía.
– Precaución. Controla aquellas actividades que te causen molestias que podrían pasar desapercibidas. Sé consciente de las actividades y hábitos de tu vida cotidiana y valora introducir modificaciones si sospechas que pueden estar en el origen del problema.