El compromiso de la Diputación de Valencia en reparar a las víctimas de la represión franquista se ha plasmado hoy al encontrar restos humanos en la Fosa 113 del cementerio de Paterna, una de las más grandes de España. El equipo de arqueólogos ha localizado al menos doce cuerpos, con heridas perimortem, y espera encontrar tres sacas con alrededor de 60 fusilados.
La diputada de Memoria Histórica, Rosa Pérez Garijo, ha comparecido en la sede judicial del municipio para dar constancia de los restos encontrados en la fosa común, que ha quedado custodiada por la policía nacional. “En cualquier democracia, cuando se encuentran pruebas de que ha habido una muerte violenta se debe llamar a la policía y abrir una investigación, la lástima es que en este país cuando se trata del periodo franquista queda impune”, se ha lamentado la diputada.
Hasta el momento, el equipo de arqueólogos ha contabilizado alrededor de 12 individuos, cubiertos por una capa de cal que deberán retirar para iniciar la exhumación de cada uno de los cuerpos. “En los cuatro cráneos que han aparecido hay indicios de impacto de proyectil”, ha añadido Javier Iglesias, antropólogo director de la excavación.
“Estamos añadiendo dignidad a la historia de este país, porque es una vergüenza que después de más de 40 años de la muerte de Franco todavía estemos exhumando los cuerpos. La política de desmemoria no podía tolerarse más”, ha declarado Pérez Garijo. Asimismo, la responsable del área de memoria histórica ha recordado que la semana pasada se publicaron las bases de las nuevas subvenciones “y esperamos que los ayuntamientos las soliciten para exhumar a los vecinos y vecinas que fueron asesinados y se encuentran en fosas comunes, porque es una obligación de las administraciones”.
El presidente de la Asociación de Familiares de las Víctimas de la Fosa 113 del Cementerio de Paterna, Santi Vallés, ha agradecido al equipo de arqueólogos y a la Diputación de Valencia “que nos hayan dado el apoyo que necesitábamos para encontrar a nuestros familiares”. Asimismo, Vallés ha dedicado unas palabras de consuelo hacia los descendientes de las víctimas de la Fosa 82, que esperaban encontrar los restos de alrededor de 20 cuerpos y únicamente consiguieron encontrar fragmentos óseos de dos de ellos. “Nuestros cuerpos serán los vuestros”, ha manifestado.
Pruebas en juicios por delitos contra la humanidad
Siguiendo el protocolo de las leyes de Memoria Histórica del año 2007 y 2011, los arqueólogos han dado constancia a la policía nacional de los restos encontrados. La juez de guardia de la localidad, por su parte, ha ordenado que se presente la policía judicial y el equipo forense en el cementerio. Según ha explicado Vallés, “para los familiares es importante para que certifique las muertes y nos pueda servir de prueba en juicios como la Querella Argentina o cualquier otra causa contra los crímenes de la humanidad”.
Los familiares de las víctimas
El impulsor de las exhumaciones ha reconocido la labor de los expertos de ArqueoAntro, además de la relación con los familiares que visitan “cada día” el avance en los trabajos. “Es muy duro, pero les tenemos que agradecer el trato que tienen con nosotros. Cuando acaba la sesión de trabajo nos explican la disposición de los cuerpos, que demuestra que los tiraron como perros”, ha declarado el portavoz de la asociación.
En las inmediaciones del cementerio se encontraban Carmen Cubero y José Pérez, nietos de dos de las víctimas fusiladas el 18 de enero de 1940. “Mi madre tenía muchísimo miedo, le mataron al padre y al hermano y la guerra siempre ha sido un tema tabú”, ha contado Carmen. Por su parte, el abuelo de José, Rafael Natividad, era conductor de tranvía, activo en la CNT y concejal de Rafelbuñol, “y por eso se lo cargaron”. Ambas familias coinciden en mantener los cuerpos de las víctimas en la fosa común porque, en palabras de Carmen, “no puede desaparecer, si trasladamos a los muertos y la tapamos es como si no hubiera existido”.