Rubén García es un futbolista diferente. Dentro del campo y fuera de él. Un emblema en muchas partes de la península. Ídolo en su Xàtiva natal, ídolo en Pamplona por sus más de 200 partidos con Osasuna y una figura pública y reivindicativa de la igualdad. En todos sus aspectos. El ‘Joker’, como le conocen, es mucho más que un futbolista, con un impacto social casi tan grande como el que tiene en los terrenos de juego.
Y eso es mucho, porque sobre el campo es un as. Una cesión procedente del Levante le llevó a Pamplona por primera vez. Era el verano del año 2018. A final de esa temporada, los rojillos no dudaron. Fichado en propiedad, tres millones de euros mediante, ahí se confirmó el verdadero idilio del xativí con Osasuna. Pero el reto de Rubén García comenzaba ahí, porque su estupenda primera temporada en el club navarro, en la que marcó siete goles y repartió nueve asistencias, fue en segunda división.
En la 2019-20, tocaba Primera. Ahí, Rubén tampoco desentonó. Al contrario, siguió creciendo. Hasta su llegada a El Sadar era un futbolista prometedor, había sido internacional con España Sub-21, pero sin la regularidad que exige la élite. Vestido de rojo la consiguió. Extremo con desborde, fue el tino de cara a puerta el que le hizo aglutinar focos.
En las principales casas de apuestas de fútbol, Rubén García y el Chimy Ávila eran los elegidos habituales en los partidos de Osasuna al tratar de atinar con el goleador. Buen baremo para medir el impacto de un futbolista. Lógico por otra parte, pues el argentino fue el pichichi rojillo en la Liga con nueve tantos y Rubén, a pesar de no ser delantero centro como su compañero, llegó hasta los ocho.
No ha vuelto a alcanzar unas cifras tan cercanas a la decena, pero Rubén ha sido en todo momento un jugador fundamental en los planes de Jagoba Arrasate. Cuestión para nada baladí, pues se trata de uno de los mejores Osasuna de la historia.
Uno de los hitos, aunque se quedase a medias, fue la Copa del Rey de la 2022-23. CD Fuentes, Arnedo, Gimnàstic, Betis, Sevilla y Athletic cayeron ante el empuje pamplonés y Osasuna se plantó en la final contra el Madrid. Los blancos ganaron (2-1), pero Rubén García se apuntó otra muesca en su libro de gestas particulares: se convirtió en el tercer futbolista nacido en Xàtiva en disputar una final del torneo del KO.
Vicente Iborra y Francisco Ballester fueron los primeros y compartieron el cuándo. En 1969 su Elche cayó frente al Athletic (1-0) de Javier Clemente. El 14 de Osasuna, el 6 de mayo de 2023, dejó el contador xativí en tres. Orgulloso de sus raíces, no consiguió ir más allá para ser el primero en ganar el título, aunque ello le permitió disputar la Supercopa de España en enero de 2024. Altavoz que aprovechó para, a través de varias entrevistas, visibilizar la lucha social exponiendo sus ideales. Rubén García, futbolista y emblema a partes iguales
