Rosario Flores inauguró, en la noche de ayer, las actuaciones de la Fira d’Agost de Xàtiva ante una Murta abarrotada de fans.
La artista desplegó todo su arte y pasión de principio a fin. La cantante y compositora, más de moda aún si cabe en los últimos años debido a su participación como «coach» en el televisivo programa La Voz de Telecinco, repasó sus más de 20 años de carrera musical ante un público que la arropó desde el primer acorde realmente entregado que no dejó de cantar sus grandes éxitos.
La gente tocaba las palmas al ritmo que Rosario se contoneaba en el escenario. Los habituales movimientos de la cantante estuvieron presentes durante todo el concierto y pronto se contagiaron en las primeras filas. Su imagen fue la misma a la que nos tiene acostumbrados: racial, potente y magnética. Su pelo rizado ondeó al viento en una noche en la que la lluvia respetó la velada. Todo su cuerpo acompañó a la voz y a los guiños constantes a la parroquia allí congregada.
Rosario dedicó algunos de sus temas a su familia, recordó a su madre, su padre y su hermano. También interpretó algunos temas de su último trabajo de estudio, pero sin dejar de lado sus éxitos más populares.
A esta actuación le seguirán la Noche Celta el próximo día 18 con los conciertos de Celtas Cortos y Mago de Oz, y la Noche Joven con la actuación de Zoo y la Raíz el próximo viernes día 19.
