Artículo de Opinión por Jorge Herrero Montagud
Concejal Partido Popular Xàtiva

“365 días”

jorge-herreoUn año, 365 días desde aquel 24 de mayo de 2015. Quien lo diría….. Aquel día que pasará a la historia reciente de Xàtiva como el “año del cambio”. Como todo en esta vida una situación diferente según a quien afecte: para unos una nueva etapa muy positiva para nuestra ciudad, para otros en cambio una dura derrota que ponía fin a un ciclo.

Ciclos aparte, creo que es momento de hacer balance de este último año, y dar mi visión personal acerca de lo que he podido observar en estos 365 días. Primero y ante todo destacar la magnífica salud democrática de Xàtiva, con una participación de la ciudadanía ejemplar que una vez más demostró madurez y emitió su voluntad libremente. Todo un ejemplo del que debemos tomar nota todos los políticos.

Tras unos resultados evidentes y contundentes en los que la izquierda supo aprovechar el desgaste del PP, se abría un nuevo periodo en el gobierno de Xàtiva. Un nuevo escenario sometido a un pacto que, supuestamente antes de las elecciones estaría conformado de una forma, y que luego posiblemente cambió, después de unos resultados distintos a los previstos. Tanto PSPV, como EUPV y Compromís, no esperaban una victoria tan abultada que les otorgó 15 concejales (7 PSPV, 5 EUPV y 3 Compromís). Aquellos cálculos iniciales de una mayoría más ajustada no se cumplieron y tal vez ello modificó un tanto el pacto, dado que aunque los socialistas son la fuerza más votada, el ascenso de EUPV obligaba a darle mayor protagonismo. Al final todas las fuerzas de izquierda sellaron el “Pacte de Sant Domènec”, y se constituyó el Ayuntamiento, dando comienzo a una nueva legislatura en la que un intercambio de papeles hizo que el PP pasara a la oposición con 5 concejales, junto a una nueva fuerza política, Ciudadanos, con un concejal.

El 13 de junio de 2015 se celebró el Pleno de Investidura, en el que Roger Cerdà fue nombrado Alcalde de Xàtiva en una sesión que se llevó a cabo dentro de una euforia comprensible, y en la que de nuevo cabe destacar el magnífico comportamiento de los asistentes, dejando a un lado los hechos sucedidos en ese mismo acto cuatro años antes y que fueron bastante desafortunados.

Una vez constituido el nuevo gobierno de la ciudad con el correspondiente reparto de delegaciones entre los miembros del “Pacte de Sant Domènec”, comenzó su andadura esta nueva etapa. Un inicio que posibilitó la participación ciudadana en los Plenos, en el que no prosperó la iniciativa de que la Corporación Municipal dejara de presidir las procesiones religiosas, en el que la Fira siguió contando con la figura de la Reina y con los festejos taurinos. También un nuevo tiempo en el que todavía todos los grupos políticos siguen sin tener participación efectiva en el Consell Esportiu, en el que los Presupuestos Participativos están en el aire y los Planes de Ocupación benefician a una menor cantidad de gente.
Ese margen de los cien días sirvió para mejorar aspectos relacionados con la transparencia y la participación. También se ha detectado un mayor grado de implicación con algunos colectivos de la ciudad y una mayor presencia institucional en ciertas actividades organizadas por distintas asociaciones, llegando incluso a asumir la propia organización de dichos eventos. Pero también se observa exceso de postureo, con infinidad de apariciones en los medios de comunicación y en las redes sociales. Es como si existiera cierta competición entre las distintas delegaciones a la hora de demostrar quien hace más o quien trabaja más, quedando un tanto olvidado el trabajo en equipo y dando mayor importancia a poder alcanzar una cota mayor de protagonismo.

Llegando al final de estos 365 días, comienzan a vislumbrarse ciertas desavenencias y disputas entre los componentes del gobierno municipal en materia de empleo (Enchufismo y Bolsa de Empleo), en el concepto a la hora de organizar ciertos eventos como Nits al Castell o la Fira, en materia presupuestaria y en los temas que se deben abordar en las consultas ciudadanas (Toros y Reina de la Fira). Lejos de dar una imagen de unidad, parece que prevalecen los intereses partidistas y se está dejando la sensación de que a falta de uno, existen varios gobiernos. La falta de decisión hace que al actual equipo de gobierno le cueste tomar algunas decisiones por miedo a la equivocación. Es obvio que la tarea de gobernar lleva implícita la responsabilidad de tomar decisiones, aunque a veces las mismas puedan ser un tanto complejas e impopulares.

Respecto a la oposición quiero ser también crítico. Es clara la inexperiencia de esta nueva oposición, más acostumbrada a realizar tareas de gobierno, pero precisamente por ello se le requiere mayor dosis de responsabilidad. La sombra de anteriores etapas obstaculiza la labor fiscalizadora dado que se está en riesgo continuo de reproches porque es cierto que se han cometido errores, aunque también deberían reconocerse una cantidad de aciertos. Se debe superar esa etapa sombría y abrir una nueva en la que se deben cambiar las formas, las actitudes y el talante. Ello requiere superar una fase de adaptación en la que la política debe dejar paso a la regeneración y al cambio, de manera que los populares puedan recobrar la confianza de la gente.

Por último me gustaría apelar a la responsabilidad de todos, gobierno y oposición, porque la ciudadanía hace 365 días nos encomendó la labor de trabajar por Xàtiva. Cada uno desde el papel que tiene encomendado. Los gobernantes con coherencia y decisión firme sin miedo a las equivocaciones. La oposición con la misma responsabilidad, con firmeza, pero con coherencia y sin demagogia.

Jorge Herrero Montagud
Concejal Partido Popular Xàtiva


En Valencià  «365 dies»

Un any, 365 dies des d’aquell 24 de maig de 2015. Qui ho diria….. Aquell dia que passarà a la història recent de Xàtiva com el «any del canvi». Com tot en aquesta vida una situació diferent segons a qui afecte: per a uns una nova etapa molt positiva per a la nostra ciutat, per a altres en canvi, una dura derrota que posava fi a un cicle.

Cicles a part, crec que és moment de fer balanç d’aquest últim any, i donar la meua visió personal sobre el que he pogut observar en aquests 365 dies. Primer i abans que res destacar la magnífica salut democràtica de Xàtiva, amb una participació de la ciutadania exemplar que una vegada més va demostrar maduresa i va emetre la seua voluntat lliurement. Tot un exemple del que hem de prendre nota tots els polítics

Després d’uns resultats evidents i contundents en els quals l’esquerra va saber aprofitar el desgast del PP, s’obria un nou període en el govern de Xàtiva. Un nou escenari sotmès a un pacte que, suposadament abans de les eleccions estaria conformat d’una manera, i que després possiblement va canviar, després d’uns resultats diferents als previstos. Tant PSPV, com EUPV i Compromís, no esperaven una victòria tan voluminosa que els va atorgar 15 regidors (7 PSPV, 5 EUPV i 3 Compromís). Aquells càlculs inicials d’una majoria més ajustada no es van complir i potser això va modificar una mica el pacte, atès que tot i que els socialistes són la força més votada, l’ascens d’EUPV obligava a donar-li major protagonisme. Al final totes les forces d’esquerra van segellar el «Pacte de Sant Domènec», i es va constituir l’Ajuntament, donant començament a una nova legislatura en què un intercanvi de papers va fer que el PP passara a l’oposició amb 5 regidors, al costat d’una nova força política, Ciutadans, amb un regidor.

El 13 de juny de 2015 va celebrar el Ple d’Investidura, en què Roger Cerdà va ser nomenat alcalde de Xàtiva en una sessió que es va dur a terme dins d’una eufòria comprensible, i en la que de nou cal destacar el magnífic comportament dels assistents, deixant de banda els fets ocorreguts en aquest mateix acte quatre anys abans i que van ser prou desafortunats.
Una vegada constituït el nou govern de la ciutat amb el corresponent repartiment de delegacions entre els membres del «Pacte de Sant Domènec», va començar la seua trajectòria esta nova etapa. Un inici que va possibilitar la participació ciutadana en els plens, en què no va prosperar la iniciativa que la corporació municipal deixara de presidir les processons religioses, en què la Fira va seguir comptant amb la figura de la Reina i amb els festejos taurins. També un nou temps en el qual encara tots els grups polítics seguixen sense tenir participació efectiva en el Consell Esportiu, en què els Pressupostos Participatius estan en l’aire i els Plans d’Ocupació beneficien a una menor quantitat de gent.

Eixe marge dels cent dies va servir per millorar aspectes relacionats amb la transparència i la participació. També s’ha detectat un major grau d’implicació amb alguns col·lectius de la ciutat i una major presència institucional en certes activitats organitzades per diferents associacions, arribant fins i tot a assumir la pròpia organització d’estos esdeveniments. Però també s’observa excés de postureo, amb infinitat d’aparicions en els mitjans de comunicació ia les xarxes socials. És com si existís certa competició entre les diferents delegacions a l’hora de demostrar qui fa més o qui treballa més, quedant un tant oblidat el treball en equip i donant major importància a poder assolir una cota major de protagonisme.

Arribant al final d’aquests 365 dies, comencen a entreveure certes desavinences i disputes entre els components del govern municipal en matèria d’ocupació (Enxufisme i Borsa d’Ocupació), en el concepte a l’hora d’organitzar certs esdeveniments com Nits al Castell o la Fira, en matèria pressupostària i en els temes que s’han d’abordar en les consultes ciutadanes (Bous i Reina de la Fira). Lluny de donar una imatge d’unitat, sembla que prevalen els interessos partidistes i s’està deixant la sensació que a falta d’un, existeixen diversos governs. La falta de decisió fa que l’actual equip de govern li coste prendre algunes decisions per por a l’equivocació. És obvi que la feina de governar porta implícita la responsabilitat de prendre decisions, encara que de vegades les mateixes puguen ser un tant complexes i impopulars.

Respecte a l’oposició vull ser també crític. És clara la inexperiència d’esta nova oposició més acostumada a fer tasques de govern, però precisament per això se li requereix major dosi de responsabilitat. L’ombra d’anteriors etapes obstaculitza la tasca fiscalitzadora donat que s’està en risc continu de retrets perquè és cert que s’han comès errors, tot i que també s’haurien de reconèixer una quantitat d’encerts. S’ha de superar eixa etapa fosca i obrir una nova en la qual s’han de canviar les formes, les actituds i el tarannà. Això demana superar una fase d’adaptació en què la política ha de deixar pas a la regeneració i al canvi, de manera que els populars puguen recobrar la confiança de la gent.
Finalment m’agradaria apel·lar a la responsabilitat de tots, govern i oposició, perquè la ciutadania fa 365 dies ens va encomanar la feina de treballar per Xàtiva. Cada un des del paper que té encomanat. Els governants amb coherència i decisió ferma sense por a les equivocacions. L’oposició amb la mateixa responsabilitat, amb fermesa, però amb coherència i sense demagògia.

Jorge Herrero Montagud
Regidor Partit Popular Xàtiva

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