El sábado 30 de marzo se celebró en la Ciudad de Oliva, la XXXIII Procesión Diocesana que organiza la Junta de Hermandades de Semana Santa de la Diócesis de Valencia.
A las 4,30 h. de la tarde, los casi 5000 cofrades venidos de las 41 poblaciones que componen la Junta Diocesana y de las Cofradías de la ciudad anfitriona, tomaron las calles y con una muy buena organización y desarrollo, mostraron a la respetuosa, amable y numerosa gente que aguantó mas de 5 horas de desfile.
El espectacular vestido con más de 5 metros de cola, de la Reina del Encuentro y Ángel de la Resurrección de 2018 de Torrent, Cristina Peris González, acompañada de sus 2 camareras Gloria e Irene y sus 14 pequeños ayudantes; las levantadas del paso de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Oliva, llevado por costaleros descalzos; la numerosa representación de Alboraya, más de 250 cofrades, con sus personajes bíblicos y pasionales; el llamativo y piadoso desfile de los Penitentes de la Cofradía del Cristo de la Flagelación, de Xàtiva, cargados con una gran cruz y arrastrando pesadas cadenas; el grandioso paso del Santo Sepulcro de Oliva, fueron algunos de los momentos álgidos del desfile procesional.
En total desfilaron 32 poblaciones, con 15 imágenes traídas para la Exposición y Procesión Diocesana, junto a las 9 imágenes de las distintas Cofradías de Oliva.
Mención aparte, hay que significar los fantásticos conciertos que las muchas bandas participantes regalaron a los oídos de las personas que amablemente correspondían con efusivos aplausos a la conclusión de los toques que se interpretaban.
Igualmente agradecer las medidas de seguridad y orden establecidas por la Policía Local y efectivos de la Guardia Civil.
Enhorabuena a las Autoridades Religiosas y Civiles, presididas por el Obispo D. Arturo Ros y D. David González, Alcalde de Oliva, a la Junta Central de Cofradías de Oliva, con D. Vicente Salort y D. Vicente Llopis, a D. Antonio Atienza, Presidente de la Junta Diocesana, y a todos los presidentes de las distintas poblaciones y de las Cofradías de Oliva. Seguro que el año 2019, se recordará de forma eminente.
Lorenzo Segarra