Final de un proceso participativo y del que ahora toca hacer balance

Artículo de opinión: Grupo Municipal Popular

Vaya de antemano nuestro convencimiento en la conveniencia de que se lleven a cabo este tipo de procesos y en la necesidad de apuntalar un proyecto de participación muy necesario que dé voz y capacidad de decisión a los habitantes de Xàtiva.

Todo principio es costoso y topa con aquellas dificultades lógicas con las que se puede encontrar el comienzo de cualquier iniciativa de este tipo, pero como suele decirse, las equivocaciones deben mostrar el camino a seguir de cara al futuro.

Quizás nuestra primera crítica se basa en una falta de iniciativa real por parte de los colectivos y asociaciones ciudadanas, las cuales se han visto inmersas en cierta manipulación política que les ha hecho presentar determinadas propuestas al margen de sus verdaderos deseos. Es una de las primeras equivocaciones que debe ser corregida de cara al futuro inmediato, porque este tipo de procesos deben presentarse transparentes y alejados de cualquier interés político. Solo así se podrá garantizar la limpieza de una iniciativa que debe estar basada en la decisión popular auténtica. Las propuestas deben ser distintas a aquellas que puedan estar reflejadas en programas electorales, o en acciones que pertenecen más al ámbito del día a día de cualquier delegación municipal.

“DecideiXátiva” ha contado con un total de 62 propuestas, de las que, al final se estimaron 25 para poder ser elegidas por la ciudadanía. Tal vez aquí encontremos el segundo error. A nuestro entender, la elaboración del calendario es demasiado ajustado en fechas, y no ha dado suficiente margen para poder realizar un estudio más detallado de cada una de las propuestas. Las prisas nunca son buenas y quizás se han tomado ciertas decisiones en las que la precipitación ha primado sobre otros criterios.

También esa falta de tiempo ha hecho correr demasiado rápido a la comisión técnica, teniendo que elaborar informes que no han tenido el rigor necesario a la hora de desestimar determinadas propuestas.

Siguiendo con esos posibles errores, la ubicación temporal tampoco resulta demasiado adecuada. Teniendo en cuenta que los presupuestos del ayuntamiento son aprobados a finales de año, sería interesante que el proceso de presentación de proyectos se iniciara dentro del último trimestre del año, de manera que se iniciara el nuevo año con el proceso de selección de propuestas finalizado. Ello daría un margen mayor para poder licitar la realización de los proyectos y la adjudicación de los mismos, garantizando un espacio de tiempo suficiente para poder finalizarlos dentro del año en curso.

Y, como no, la dotación debe ser mayor porque 250 mil euros no es una cantidad suficiente para una población como Xàtiva. Como referencia podríamos tomar la localidad de Ontinyent, más experimentada en este tipo de procesos y que destina 600 mil euros. Al igual que el tope del importe de las propuestas, para nosotros excesivo en esta ocasión, dado que el 50% limita la cantidad de proyectos que pueden entrar. Volviendo al ejemplo de Ontinyent, establecer un 35% ocasionaría el poder aceptar un mayor número de propuestas, pudiendo garantizar que entre 5 – 6 podrían ser llevadas a cabo.

Respecto al porcentaje de participación, es muy discutible y da para muchas interpretaciones. En este proceso ha participado un 14,4% del censo, porcentaje que para unos resulta exitoso dado que la media en procesos similares esta entre 7 – 10%, y por lógica para otros sectores esta cifra resulta un tanto escasa, más aún si la comparamos con la anterior consulta sobre la organización de actos taurinos y la reina de la Feria, en la que el porcentaje fue de casi un 25%, diez puntos menos. Ahí lo dejamos.

Como conclusión hay que felicitar a cuantos han estado llevando a cabo este proceso de participación y, sobre todo, a cuantos vecinos y asociaciones han participado activamente tanto en la elaboración de las propuestas, como en el proceso de decisión. Todos ellos han contribuido a dar una auténtica lección de verdadera voluntad de participación, y de la que debemos tomar nota los políticos. Nuestra obligación debe ser garantizar la continuidad de un proyecto que perdure en el tiempo por encima de colores y tendencias políticas.

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