Artículo de Opinión: Personas que disfrutan de criticar

Artículo de opinión por Ángel J. García

Los que observan a los demás con lupa y nunca a ellos mismos

Seguro que conoces a muchas personas que se centran en los pequeños o grandes errores ajenos y pasan por alto las virtudes, cualidades y valores de los demás.

Estas personas tienen la costumbre de mirar a los demás con lupa, para detectar todos sus fallos. Antes necesitarían mirarse a un espejo y formularse la temida ecuación filosófica: auto critica

El problema radica en que la relación con este tipo de personas puede terminar causando daños a nuestra autoestima, ya que no solo nos hacen sentir mal por nuestras debilidades y equivocaciones, sino que logran instalar la creencia de que puede hacer que no valgamos nada.

¿Cómo detectar a las personas criticonas?

Estas personas siempre ponen el dedo en la llaga y asumen una postura negativa a todo lo que hagas o digas. Para detectarlas te propongo este sencillo decálogo:

–Por mucho que hagas por ellas, se acordarán de aquella vez que no estabas disponible.

–Aunque tengas razón en algo lógico o contrastable, resaltaran pequeños detalles de tu discurso para generar discusión no solo por tu argumento, sino contigo como persona.

–Si logras cosas increíbles, no te confíes con ellas, por que seguirán recordándote tus fracasos, caso de haber público, más; intentando que recuperes ese viejo «yo».

–Encuentran defectos en todo lo que haces o dices, aunque te vaya bien. Además, si callan a tus pequeños o grandes éxitos, ten en cuenta que estos les molestan y tratan de ocultarlos.

–Descubren con facilidad la paja en el ojo ajeno, pero no se fijan en los errores que ellas cometen. Incluso te señalan fallos en ti que ellas han cometido, pero no los reconocerán.

–Opinan desde una visión reduccionista, limitante, subjetiva, sesgada y simplista que no tiene en cuenta ni el entorno global ni el circunstancial.

–Ven la vida en blanco y negro. Adquieren un pensamiento de “todo o nada”. O sea, que o haces bien las cosas o te equivocas. No hay grises, no hay puntos intermedios.

–Tienen escasa auto crítica. No les gusta sentirse juzgados y siempre que pueden, encontraran motivos para evadir su responsabilidad.

–Aplican una vara de medir muy alta para los demás, sin embargo, no utilizan esos estándares y criterios consigo mismas, porque probablemente no los pasarían.

-Creen tener la receta para todo y que no se equivocan.

Juzgar a los demás: hábito común de las personas frustradas

Sin darnos cuenta, tendemos a replicar las formas de relacionarnos aprendidas en el seno del hogar. Por eso, es casi seguro que estas personas hayan crecido en una familia donde los adultos solo se fijaban en sus errores. Si de pequeños solo recibieron atención por sus tropiezos, es natural desarrollar estas formas de relación con los demás. Cabe señalar que no han aprendido a mantener interacciones positivas y asertivas.

No obstante, no suele sor únicamente el hogar. También es común que esas críticas provengan de una profunda frustración y que, no se sienten satisfechas con su vida. En vez de mirarse al espejo, algo que sería doloroso al tener que reconocer su fracaso o insatisfacción, prefieren fijarse en los errores de los demás. Por tanto, imagina que es como si proyectaran sus sombras y oscuridades sobre los otros.

En ocasiones, las decisiones que han tomado, han sido impuestas por otros, fuera de su libre elección y, viven en un conflicto interior. Criticar les permite poner el foco de atención fuera de sí, constituyendo este extremo en un mecanismo de defensa.

Nadie está libre de convertirse en una persona criticona.

¿Cómo lidiar con las personas criticonas?

-Si les entregas el poder, las personas criticonas pueden llegar a hacerte mucho daño. No solo pueden afectar tu reputación ante los demás, sino que incluso, a fuerza de críticas destructivas, pueden dañar tu autoimagen haciéndote creer que no tienes ningún valor.

-No te involucres en una discusión con estas personas porque reaccionan mal y no aceptarán tus razones. Si se sienten atacadas, responderán negativamente porque tus palabras hacen mella en el frágil escudo protector que han construido en torno a su ego.

-Una buena estrategia que a mí me funciona a la perfección es usar la fuerza de su ataque, no para causarle daño sino tan solo para alejarlo o dejarlo fuera de combate.

-En lugar de entrar en un torbellino de reactividad emocional, céntrate en que esa crítica no te afecte. De esta manera no asumirás el papel que la otra persona quiere otorgarte, con lo cual no podrá dañarte.

-Aléjate de ellos, ya que les cuesta reflexionar sobre sus palabras. Sentirás que si no críticas a nadie o no cedes a su toxicidad, terminan por evitar estar contigo. Lo cual será bueno para ti.

Recuerda que si te va mal disfrutan; si te va bien te quitaran importancia, pero les costara encontrar paz en tu presencia.

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