La madrugada del sábado 27 de octubre de 2018 al domingo 28 de octubre damos comienzo al horario de invierno: a las 3.00 horas serán las 2.00 horas. Sin embargo, hay muchas preguntas que resolver, como por qué se produce ese cambio de hora, si es conveniente e incluso si será el último.
¿Por qué cambiamos al horario de invierno en octubre?
El cambio de hora de verano a invierno se produce el último domingo de octubre en toda Europa, de acuerdo a la Directiva Comunitaria del Cambio de Hora, que es de obligado cumplimiento con el objetivo de lograr un ahorro energético, aunque esto podría cambiar antes de 2020.
¿Qué consecuencias tiene para nosotros?
Aunque a simple vista no se note en el día a día, a nuestro cuerpo, que prefiere la rutina y el equilibro, le cuesta adaptarse a estos cambios tan bruscos. Está comprobado que, con este cambio, se produce menos melatonina, que es una hormona que facilita el sueño y regula los estados de vigilia según la luz solar.
Este cambio puede afectar al ritmo circadiano y provocar, en esta línea, una mayor sensación de cansancio al levantarse cuando aún no ha amanecido. Los efectos del cambio de horario en invierno empiezan entonces por los problemas que pueden presentar las personas para conciliar el sueño y, en consecuencia, ser víctimas de una continua sensación de cansancio. Ello, además, puede provocar sensación de irritabilidad, cambios en el estado de ánimo o falta de recomendación.