CANALS celebra sus fiestas de San Antonio Abad con la “cremà” de la Foguera más grande del mundo

Hoy 16 de enero, a las nueve de la noche Canals enciende La «Foguera». Una enorme pila de leña maciza de dieciocho metros de altura y forma cónica, erigida en honor del patrón del pueblo, San Antonio Abad. Ritual festivo que gira alrededor del fuego.

El proceso de plantar La Hoguera es espectacular. Durante el mes de diciembre los festeros y vecinos del pueblo entraran a la Plaza Mayor los troncos y las ramas de pino que se utilizaran para el montaje de la hoguera.

El día 1 de enero empieza la “plantà” con la colocación en el centro de la plaza del tronco de pino que hace de eje central en la pira cónica que forma la Hoguera. Una cuadrilla de podadores realiza el proceso de montaje con los troncos más gordos, después los delgados, la rama y el ramaje, y al final, el cono se visto de una capa verde de pino rodeno y la cumbre se remata con un naranjo.

17 de enero. SAN ANTONIO, Es el día de la fiesta, el patrón. Se rinde culto al patrón celebrando una misa en su honor y por la tarde una multitudinaria procesión, donde los quintos de la población llevan a hombros la imagen de San Antonio por las céntricas calles del municipio.

18 de enero. “ELS PARELLS”, Consiste en una monumental cabalgata de los festeros de San Antonio denominados “Bandera” y “Cuiros”. A las diez de la mañana salen desde la Plaza Mayor montados a caballo y, en cabalgata, recorren todas las calles del pueblo repartiendo juguetes, caramelos y todo tipo de objetos al gentío que los sigue o los que esperan ante sus casas. Las calles están abarrotadas de gente y es tradición invitar los amigos, en cada casa, a dulces típicos y mistela.

A las siete de la tarde se dan tres vueltas al templo parroquial hasta agotar las provisiones. Acabará la fiesta, entrada la noche, con unas cazuelas de “arroz al horno”.

Picha aquí para conocer la programación de actos organizados por el Ayuntamiento de Canals.

San Antonio Abad

San Antonio Abad nació en el seno de una acomodada familia de Egipto en el año 250 y optó por el consejo evangélico del desprendimiento y entrega de todos los bienes a los pobres, retirándose al desierto. A pesar de ello muchos intentaron seguirlo, por lo que introdujo una nueva etapa en la vida religiosa organizada de forma comunitaria en lugar del aislamiento individual.

El pequeño cerdo que tradicionalmente la iconografía sitúa junto a San Antonio «desde tiempos inmemoriales» no representaba inicialmente al patronazgo del santo sobre los animales, en contra de la creencia popular, sino que «simboliza la tentación de que fue objeto por el demonio cuando permaneció en el desierto, absteniéndose de comer carne».

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